No suelo escribir mucho de mí, pero como mañana es mi cumpleaños número 19, pues bien, les contaré un poco de este servidor.
Como muchos saben, en realidad soy estudiante de Derecho por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, de Lima, Perú. Me gustan los temas de humanidades y la ciencia, la sociedad y la literaratura, aunque como algunos saben, le entro también a temáticas profanas. En este blog, le doy un espacio a una de mis aficiones más perdurables desde mi infancia: el paleofrikismo.
De niño quien no se fascinó con los dinosaurios... algunos dicen que es por la sensación de poder que transmiten, o porque nos remiten a un pasado remoto del cual sólo podemos imaginarnos mediante los restos óseos de estas impresionantes criaturas, así como las otras formas de vida prehistóricas. De hecho, resultará curioso, y no tengo necesidad de mentir, que una de mis primeras palabras fue "
tilobite" porque quería decir trilobite.
Resulta que mi madre guardaba algunos libros de historia, donde salía la ilustración de un trilobite, y como a esa edad yo solía mirar solamente las ilustraciones de los libros, me quedaba mirando los dibujos de la suscinta historia de la evolución de la vida y luego las viñetas de civilizaciones antiguas. Así pues, solicitaba el libro para ver la imagen del trilobite. :P
Y por esas cosas del destino, se sacó un libro titulado así, Trilobites, de Richard Fortey. Me gustaría adquirirlo y ver claro, que tanto se puede profundizar sobre el estudio de estos artrópodos magníficos, llamados los testigos de la evolución.
¿Qué más hacía el pequeño troodóntido luego de salir del cascarón? Ya más crecidito, le gustaba martirizar a los humildes chanchitos, o cochinillas de jardín, o dejar insectos moribundos cerca de los hormigueros... ohh que malo era. Luego tomó como dinosaurio favorito, casi su tótem, no al Apatosaurus o al T-Rex, sino al humilde Troodon formosus, porque lo consideraba un dinosaurio genio (sólo ahora me doy cuenta de que su fama de inteligente, es en gran medida "inflada" :S). En fin, ahora con 19 años a cuestas, tratando de conciliar humanismo con bright, heme aquí, en esta fascinante etapa de mi vida: el bloggerismo.
Felicidades a mí... como sea. xD y que dure este blog por los eones de los eones.