viernes, 14 de marzo de 2008

La moral del depredador

Muchas veces, al ver algún documental vía National Geographic o Discovery Channel, tengo que soportar ciertos atavismos creacionistas por parte de mis tías o a veces de mi madre... lo digo porque es imprescindible en un documental de la naturaleza, ver escenas de cacería y predatorismo.

Leones persiguiendo cebras, cocodrilos atrapando ñus, serpientes mordiendo ratones, orcas devorando leones marinos... la lista es muy larga e increíblemente matizada. Pero indistintamente cual sea la escena, si hay un derramamiento de sangre, ellas se deshacen en imporperios contra el depredador y llantos para con la pobre presa. Incluso se les llega a adjudicar epítetos como "desgraciado" o "malo". Verbigracia, si es una serpiente, dicen "con razón es el diablo". (Cuento todo esto con algo de vergüenza u_u)

Esto es hilarante, sino fuese un tanto lamentable. Yo pienso que reacciones así, se deben, efectivamente a atavismo del pensamiento creacionista. Recuerden por ejemplo aquello que gente de la ralea de Ureña o Ken Ham dicen: que "Antes de la inserción del pecado, los dinosaurios y demás animales eran vegetarianos..."

Pero si esto alguna vez fue cierto (de alguna extraña manera), lo fue en organismos unicelulares que dependían de la luz solar u otras fuentes de energía. Luego, precisamente para mantener el equilibrio, fue que hicieron entrada en escena los depredadores. Ellos no son el rompimiento del ciclo de la vida, sino uno de los principales actores.

Celebramos la vida, lloramos la muerte, naturalmente. Pero resulta muy forzado encontrar aplicaciones morales o aplicar juicios de la misma naturaleza a los depredadores de la naturaleza. Después de todo, ellos sólo cazan para comer. El matar, para ellos, es necesidad, no placer. Y como quiera que uno lo vea, el predatorismo es un espectáculo prodigioso de la naturaleza. Ella nos ha dado tantas vistas de la vida, ahroa nos regala cuadros de la muerte. Y lo hace para que en ella comprendamos precisamente, lo intrincado de nuestras relaciones con los demás seres vivos, y aún con nosotros mismos.

Así que, los depredadores, ya sean escualos, dinosaurios, cocodrilos, felinos, o aún primates :O, nada tienen que temer; todo juicio a sus acciones es vano, así como toda inspiración negativa que uno les pueda adjudicar. Los eones, los absolverán.

4 comentarios:

Dinorider d'Andoandor dijo...

en verdad me parece muy mal que sigan poniendo a los depredadores como los malos, por qué cazador tiene que ser malo? sin cazadores los herbos tendrían problemas también!

habrá que darle tiempo al tiempo supongo

Anónimo dijo...

Ay, eso nos ha pasado a todos, yo mismo le decía a mis abuelos: ¡Y qué va a hacer! ¡Si no tiene alma, cómo va a tener noción del bien y del mal! ¿Qué quieres que haga, que coma hierba o que vaya a comprar carne al economato?

[tono pseudocreata] Ah, la cruel, inmoral y anticristiana selección natural. Pero vosotros, las ovejas del rebaño de Cristo, debeis pensar cada vez que se menciona que es eso de arriba, y añadir después a la tierna gacela a la que el ateo león le parte el cuello, o al simpático león marino, al que el malvado tiburón blanco lanza por los aires para despedazarlo. Y cuando hablemos de la supervivencia de los más aptos(nosotros, los creatas, los evos ya no usan nada de eso) teneis que acordaros de Hitler y los campos de concentración. Amen.

Pabluratops dijo...

No sé si se trate de atavismos creacionistas Fausto, quiza sea más bien todo el entorno religioso con el que crecieron nuestros padres y abuelos. Y fijate que aquí en latinoamérica eso es todavía más marcado. Para algunos es mucho más cómodo vivir en un mundo polarizado entre el bien y el mal.

Fujur dijo...

muy pero que muy buenas estas fotos! saludos! ;-)