Bien, en la adivinanza que les puse la respuesta más acertada fue la de El Señor de los animalillos: quien intuyó que el animale en cuestión era una mangosta rayada. Concretamente la subespecie europea, el meloncillo. Ello me impulsa a escribir un poco sobre este enigmático ejemplar de la fauna ibérica, que irónicamente, no es de origen ibérico.
En efecto, es un habitante del África, un inquieto depredador que conocemos más comunmente como mangosta de Egipto. Fue introducido por los comerciantes árabes en la España de la ocupación islámica, pues era muy apreciada como mascota y como exterminadora de serpientes. De hecho esto es lo que siempre ha caracterizado a este pequeño carnívoro, su encarnizada enemistad con los ofidios, de quienes burla su mordedura venenosa para devorarlos en el acto. Sin embargo, en otra ironía, se le ha venido a identificar con estos reptiles al ponerle el sobrenombre de "serpiente peluda" debido a su forma alargada y escurridiza al deslizarse entre los matorrales y su costumbre de viajar en fila india podría decirse, al poner la punta del morro bajo la cola del siguiente cuando viajan en grupos. De noche o en el día, este singular medio de locomoción los hace lucir en efecto como un cuerpo ondulante y enigmático en medio de los arbustos. Lo cual nos lleva a otro de sus míticos sobrenombres: el diablo de los matorrales.
No sólo aterroriza a las serpientes y lagartijas, también se da un festín de conejos siempre que puede: ese quizás sea el lado negativo del meloncillo, un aminal que en lo particular se me hace simpático, pues con su gran capacidad de adaptación y su rendidora tasa reproductiva, le hace una feroz competencia a los depredadores nativos, como el lince ibérico o las aves rapaces. Pero esto es algo que sucede en todas las especies introducidas, terminan por causar estragos en los ecosistemas de donde no son originarios. Por eso quizá la asociación de caza acaba de proponer que sean también objeto de caza.
El control de estos animales parece hacerse necesario, pero les quisiera confesar que haciendo este post, he llegado a encariñarme con estos animalitos, sobre todo por ese curioso sonido que hacen, y esa escurridiza manera que tienen de moverse, que les valió un lugar en el actual imaginario de la mente humana. Éste es, pues, el meloncillo, un misterioso habitante de los matorrales ibéricos.
En efecto, es un habitante del África, un inquieto depredador que conocemos más comunmente como mangosta de Egipto. Fue introducido por los comerciantes árabes en la España de la ocupación islámica, pues era muy apreciada como mascota y como exterminadora de serpientes. De hecho esto es lo que siempre ha caracterizado a este pequeño carnívoro, su encarnizada enemistad con los ofidios, de quienes burla su mordedura venenosa para devorarlos en el acto. Sin embargo, en otra ironía, se le ha venido a identificar con estos reptiles al ponerle el sobrenombre de "serpiente peluda" debido a su forma alargada y escurridiza al deslizarse entre los matorrales y su costumbre de viajar en fila india podría decirse, al poner la punta del morro bajo la cola del siguiente cuando viajan en grupos. De noche o en el día, este singular medio de locomoción los hace lucir en efecto como un cuerpo ondulante y enigmático en medio de los arbustos. Lo cual nos lleva a otro de sus míticos sobrenombres: el diablo de los matorrales.
No sólo aterroriza a las serpientes y lagartijas, también se da un festín de conejos siempre que puede: ese quizás sea el lado negativo del meloncillo, un aminal que en lo particular se me hace simpático, pues con su gran capacidad de adaptación y su rendidora tasa reproductiva, le hace una feroz competencia a los depredadores nativos, como el lince ibérico o las aves rapaces. Pero esto es algo que sucede en todas las especies introducidas, terminan por causar estragos en los ecosistemas de donde no son originarios. Por eso quizá la asociación de caza acaba de proponer que sean también objeto de caza.
El control de estos animales parece hacerse necesario, pero les quisiera confesar que haciendo este post, he llegado a encariñarme con estos animalitos, sobre todo por ese curioso sonido que hacen, y esa escurridiza manera que tienen de moverse, que les valió un lugar en el actual imaginario de la mente humana. Éste es, pues, el meloncillo, un misterioso habitante de los matorrales ibéricos.
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4 comentarios:
Siempre se lo había atribuido a los romanos... hay más casos de "intercambio", véanse las monas de Gibraltar o, dicen algunos, el camaleón.
Prácticas así, además de por su piel, las he oído con los hurones. Usados para perseguir a los ratones (con mayor efectividad que los gatos), si bien... un poco aficionados, también, a los conejos y a los polluelos! jeje un abrazo crack!
Lo cierto es que la fauna (y flora aún más) es rica en especies naturalizadas. X ejemplo, está la gineta (Genetta genetta) también traida por los moriscos o la carpa (Ciprinus carpio) esta vez por los romanos o, en plantas, el algarrobo (Ceratonia siliqua) también llegada a manos de los árabes.
Por cierto el meloncillo (Herpestes ichneumon) es una especie distinta a la mangosta rayada (Mungos mungo). Lo digo por que no se si te he entendido bien, creo que te has referido al primero como subespecie del segundo.
Tenía entendido que el lince y ciertas rapaces depredaban sobre él. Aquí lo pone. Yo creo que ese aumento poblacional se deberá a la falta de depredadores y a un aumento del consumo de desperdicios de origen antrópico. A pesar de que se trate de una especie protegida me parece que la única solución va a ser la gestión mediante la caza.
Fujur: La verdad yo estaba esperando que tú o Dark Ro escribieran al respecto, pero no sabía como pedirselo a algunso de ustedes, opté por hacerlo yo. Es que tienes un estilo tan único, bueno si te interesa, escribe sobre el diablo de los matorrales.
Los romanos, pues no estoy seguro. La calavera más antigua de meloncillo es de la edad media, a no ser que se encuentren restos más antiguos, son los moros quienes la introdujeron en España.
¿La mona del Gibraltar? mmm... prometo investigar sobre ello.
ESDA: Pues verás, para mi el asunto se enreda un poco. Algunos la consideran una especie totalmente independiente, otros optan por decir que no es sino la mangosta egipcia con una leve variación regional. Yo ahroa pienso referirme a ella como subespcie, los meloncillos tienen bstante en común con la mangosta rayada.
Que curioso que digas que los algarrobos los trajeron los árabes. Acá en Perú existen desde antes de la llegada de los españoles, ya son legendarios en el Norte desértico del país. En la wikipedia le dicen algarrobo americano o huarango y según tengo entendido, son distintos.
Sobre lo del lince y las aves rapaces, pues será cierto, pero quien ríe al último es el meloncillo. Con mas posibilidad de conseguir comida, mayor taza reproductiva y su capacidad de adaptabilidad, pues, a coger escopetas entonces, aunque tampoco me gustaría que exterminaran tan adorables animales ¿contradictorio no? XD
¡qué hermoso animal!
ya me imagino, con tanta serpiente en el desierto, qué les quedaba a los árabes de conseguirse ese tipo de mascotas.
Aunque tenía entendido que más les gustaban las galinas de campo. O será sólo con los marroquíes quizás?
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