jueves, 1 de mayo de 2008

Días de chamba


Feliz día del trabajo para todos los paleoaficionados que trabajan... xD

Desde el inicio, hemos considerado al trabajo una actividad eminentemente humana. Ello me hace remontarme a cierta teoría olvidada en los anales de la ciencia: la de Federico Engels, sobre "El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre". Siempre me pregunté: ¿que hay de cierto en dichas palabras?

Hoy tendemos a dar al motor de la evolución una casuística azarosa (y ojo que con ello no niego las mutaciones al azar, ni ninguno de los mecanismo de dicha naturaleza que producen la variabilidad genética, ni la aparición de nuevas especies), y claro está que la evolución nuestra no escapa a dichas reglas... Pero, ¿qué tal si en la evolución humana hubieron más cosas en juego? Paso a explicarme.

Qué duda cabe que muchos elementos de Engels han sido superados. Por ejemplo, él menciona como cuna de la humanidad un continente hundido en el Océano Índico, y también el hecho que la evolución que plantea es lineal. Pero tomémoslo como limitaciones de la época; el hecho que él plantea que de algún modo y otro, el ser humano participó en su evolución, nada menos que con el trabajo.

Engels plantea un feliz esquema, que concuerda más o menos con lo que actualmente sabemos de nuestros orígenes: primero se desarrolló el bipedismo, que liberó las manos de los hominoides y con ello, éstos empezaron a usar sus habilidades prensiles para fabricar herramientas y fuego, y finalmente el lenguaje articulado... fue aquel Talitha Kumi (levántante y anda en arameo) el que nos hizo humanos, puesto que el resto de las características vino por añadidura. Sólo que ahora, atribiumos a ello, una explicación eminentemente genética (con la cual dicho sea de paso no estoy en contra).

Ello nos lleva a preguntarnos, ¿para qué se irguieron los simios en la sabana? Otear es la respuesta mas obvia. La otra, es que debían buscar los alimentos... el simio que no quería desplazarse, se quedaba a enfrentar la extinción... el otro, el que partía, apostaba por convertirse en una nueva especie... allí, dijo cierto profesor mío: eso en esencia, es trabajo.

Hoy en día, con la complicación del árbol genealógico del género Homo, es posible que no tomemos en cuenta esta variante en la evolución, con un sabor tan lamarckiano. Peor aún, podría llevarnos al especismo, pues consideraríamos, que el trabajo nos distingue de los animales... y justo cuando uno cree que no podía ser peor, nos lleva al odioso tópico de la evolución que justifica ideologías, en este caso, al comunismo.

Pero yo no diría que no es el trabajo en sí. Qué duda cabe, muchos animales trabajan, pero sólo el hombre ha sabido crear riqueza a partir de él y lo ha transformado, con la finalidad de obtener con ello beneficios. El trabajo pues, no separa al hombre del reino animal, sino el modo como aquel lo ejerce; y si lo vemos de la manera que he propuesto, resultaría que no hay actividad más natural que el trabajo.

Concluyo el post de hoy con una caricatura que hice hace algunos meses, pensando en el tema.




El papel del trabajo by ~TroodonKid2007 on deviantART

4 comentarios:

Dinorider d'Andoandor dijo...

claro hombre! los pajaritos que usan ramitas para sacar bichitos también trabajan, las abejas en sus colmenas haciendo miel, los termiteros y los que cultivan hongos también! etc etc etc

es natural que quien siga una determinada corriente busque medios de justificación, y entonces aún había de todo, me parece que todavía creían en Lemuria algunos

Anónimo dijo...

Si ya se sabe lo que decían Carlos y Fede: La economía es la base de la historia.

Y la imágen de arriba, ¿No salía en la Muy Interesante 4?

Pabluratops dijo...

Gracias Fausto, igualmente un abrazo para tí el día que te unas a la masa laboral XDDD.
A mi también me parece familiar la imagen de apertura, gracias Coleccionista por el dato!

Chico Troodon dijo...

* Dinorider, si mal no recuerdo, fue a fines del S XIX, más exactamente en 1890, que Eugene Dubois descubrió fragmentos de cráneo y un fémur del Homo Erectus en Java. Todo hacía suponer que el hombre venía de algún punto de Asia.

África no estuvo en la mira de la paleoantropología sino hasta que Raymon Dart descubrió al niño de Taung en 1924.

*Coleccionista y Pabluratops: la verdad no he podido ver la portada de aquel día :O Bueno en mi caso la saqué de un libro ya viejito ^^