El día se pasaba de aburrido. El sol nos calentaba pero al mismo tiempo el viento nos refrescaba... pero en el cielo no se avistaba ninguna de aquellas magníficas aves.
Pero eso cambiaría a mediodía... una hembra joven, a juzgar por su plumaje pardo, pasó volando sobre nuestras cabezas a corta distancia. Autóctonos y extranjeros se maravillaron con el paso de esta ave y yo le capturé en 3 fotografías.



Sin duda que estoy fascinado con este animal. Utilizo sus colores para pintar al Troodon y lo puse en mi deviant también, dotado con una garra de raptor (esta idea la tengo que retomar). Aquí les dejo un video de unos tipos que tuvieron mejor suerte que nosotros.
Fuente: Blog amautacuna de la Historia.