jueves, 17 de enero de 2008

Nobody likes you



Nobody likes you
everyone's left you
they are all without you
having fun...


Letterbomb - Green Day (American Idiot 2004).

Eso mismo, pero en italiano le dirían seguramente los alumnos de la universidad La Sapienza. Por una parte pues quien le manda irse ahí, y por otra, como estábamos descubriendo Pabluratops, el coleccionista Francisco y yo, muchas de las cosas de las cuales se le acusa parecen ser injustificadas, y para peor inspiradas en su aspecto físico. Y es que esto sólo le puede pasar a don Bene.

4 comentarios:

Dinorider d'Andoandor dijo...

jajajaa!

veste loco!

Anónimo dijo...

"Y es que esto sólo le puede pasar a don Bene."
¡Que baahhh! Anda que no se han metido con los Papas y han sido odiados por la gente. La Santa Sede le desgañita al decir que esta crisis no es pasajera y que la iglesia siempre ha sido criticada, y esta vez dicen la verdad. Como muestra, Sixto V, tras limpiar Italia de salteadores y bandidos, se dedicó a atacar a los contrabandistas, las putas y los tahures, lógico por otra parte. Era lógico que se le hiciese una estatua en Roma, pero como la gente no se la iba a hacer, se la hizo el mismo.Tras su muerte, la gente la derribó. O Juan XXII, aborrecido en masa por franciscanos, bávaros y romanos.

Didus ineptus dijo...

Bueno, siempre me han causado risa las protestas contra el Pater Augustos Pontificius (¿Qué era lo que significaba la última a?) porque el monarca absoluto de uno de los estados más pequeños del mundo tiene nulo poder político, militar, económico. En el pasado hubo ocasiones (muchas menos de las que la gente comúnmente imagina) en que, efectivamente, los papas eran grandes señores del poder y la riqueza, pero ahora ... existe separación de la Iglesia y el Estado en todos los países "Católicos" de modo que lo único que puede hacer es opinar, escribir encíclicas, libros, dar discursos y lo llaman nazi por eso, en tal caso bienvenidos sean los nazis ... quiero decir, en Iran cuelgan a los homosexuales, y Chávez le da la mano al presidente de Irán y lo llama hermano y los "que no son nazis" guardan misterioso silencio, pero basta una carta donde SS dice que las parejas homosexuales no deberían casarse (y, entiéndase, una carta que sólo tiene poder como opinión) para que salten los defensores de la libertad a denunciar al "Nazi", es decir, si los nazis se limitasen a escribir cartas contra los judíos no me molestaría que lo hicieran.
En fin, eso que acabo de cribir no merece ser leído, en parte porque comencé diciendo que me hacía reír y luego describí exactamente la parte que no me paece graciosa.
En fin, ví en Flickr.com fotos de una protesta contra la visita papal en España donde los "protestantes" (disculpen, pero la coincidencia es inevitable) alzaban letreros con la leyenda "Yo no te espero" ¿Conocerían la definición de la palabra esperar?
Este nuevo caso también tiene algo de cómico en tanto que es seguro que ahora va a haber protestas por que no va (lo má probable es que los "protestantes" no sean los mismos de antes, pero para efectos televisivos es una gran ironía).
Me da risa también uando los "transgresores" atacan al papa diciéndole frases tan originales como que es "el anticristo", es algo que se le ha dcho prácticamente a todos los papas, y los rockeros creen que son novedosos por eso.
Uno de mis personajes favoritos de la Edad media, Silvestre II, fue famoso por eso, pero no es ni de lejos el mejor de los ejemplos.

Chico Troodon dijo...

* Don Francisco, tal vez me refiero al hecho de que sin duda en ese tiempo nadie se atrevería hacer arte burlesco con los papas (quizás lo había de manera clandestina) pero ahora la consigna en el arte plástico y gráfico es tomarlo de punto a don Bene, a eso me refiero.

* Pues valoro tu punto de vista didus, y permíteme añadir que eso demuestra tambien cierta hipocresía por parte del sector liberal, lo que pasa es que Benedicto XVI es un blanco bastante obvio, así que no les importa que sólo sean opiniones.

Yo creo que con eso de esperar se refieren al hecho de que la llegada de Benedicto se suponía un evento esperado por todos.