domingo, 11 de octubre de 2009

Maotherium asiaticus, y el buen sentido del oído

No sólo Ardi nos muestra pistas sobre nuestro pasado. También los humildes mamíferos primigenios que difícilmente formarían parte de una exhibición de museo, aportan claves en el trazado de la historia evolutiva y el cómo nuestras estructuras han llegado a ser como son actualmente.

Es conocido que el oído mamífero se desarrolló a partir de los huesecillos articuladores de la mandíbula que poseían los reptiles (ver gráfico, cortesía de TalkOrigins.com) Los mamíferos son los únicos que poseen el maxilar inferior como una única pieza ósea (el dentario), sólo articulada en dos puntos a los costados del cráneo. Éstos huesecillos se fueron desplazando hacia su delicada posición dentro del oído, con lo cual contribuyeron a optimizarlo como órgano de audición: se van separando el oído medio de la mandíbula y se va perdiendo el cartílago Meckel, algo observable en las fases embrionarias. No es que los oídos reptilianos sean simples agujeros abiertos al costado de la cabeza, pero es evidente que esa cadena de huesecillos contribuye a aumentar la capacidad de percibir sonidos.
El descubrimiento de la semana lo trae Science: desde Liaoning, viene el Maotherium asiaticus, un pequeño mamífero emparentado con los marsupiales, que medía 15 centímetros de largo, pesaba entre 70 y 80 gramos y vivió en la época de los dinosaurios hace 123 millones de años. Aunque fue descubierto en el 2003, sólo un reciente estudio ha arrojado luz sobre su anatomía interna.
«Los mamíferos tienen oídos muy sensibles, su capacidad auditiva es mucho mejor que la de los demás vertebrados», dijo el paleontólogo Zhe-Xi Luo, del Museo Carnegie de Historia Natural, en la revista Science. Y en efecto, gracias a la complicada estructura del oído medio, los mamíferos son capaces de discernir una amplia gama de sonidos. Esta sensibilidad resultó fue una adaptación fundamental para sobrevivir a los peligrosos que los dinosaurios representaban para los mamíferos pequeños durante el Mesozoico.
En Maotherium tenemos que su oído medio, sigue unido al hueso de la mandíbula, aunque los ancestros de esta criatura ya mostraban dicha separación con el hueso. Se desprende de esto, que: o bien el oído medio ha evolucionado en múltiples ocasiones en los mamíferos, o bien las características ya adquiridas (como el oído medio), pueden invertirse hacia características y condiciones más primitivas con el paso del tiempo. Y es que el sentido de la evolución no es "ganar" o "perder" simplemente. Los cambios estructurales se pueden dar de la manera más curiosa que podamos imaginar. No siempre se tiene porqué seguir un camino lineal, que muchas veces está condicionado con la visión humana del "progreso".
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1 comentario:

Dinorider d'Andoandor dijo...

sí pues, justo temprano leia que "aparecía" y "desaparecía" varias veces del registro fósil mamífero... Liaoning es un sitio que cada vez me sorprende más